Conociendo a nuestras ciclistas: Carol
Escribir este post ha sido mi mayor reto.
El 5 de agosto un coche me arrolló y mi mente literalmente atropelló todas las ilusiones que se habían tejido durante dos años intensos de disfrute sobre la bici. Porque en realidad sufrí dos accidentes: el del coche y el que me provoqué a mí misma eligiendo ver mi debilidad en lugar de mi fortaleza.
Mi experiencia en Bellastures, para las personas que necesitan datos objetivos, se puede resumir en cifras: pasar de andar 20 km a recorrer 111 en menos de un año, con buenas sensaciones y muchas mejoras a todos los niveles. El grupo facilita que las mejoras se den, porque el tiempo se acorta y siempre hay muchas personas con gran capacidad que tiran de las demás y consiguen ese punto de entrenamiento que nos cuesta más cuando vamos solas.
Siguiendo el consejo de mi compañera Irela, me he inspirado en una de las mejores rutas de este año para poder conectar con lo que quiero transmitir. Esa ruta fue, sin duda alguna, el día que fuimos al Fitu. Hay muchas cosas que puedo recordar con mucha ilusión de ese día, pero sólo voy a contar una, porque para mí representa el verdadero espíritu Bellastur. Y es el momento en que Pili Rodríguez nos ayuda a Sofía y a mí a gestionar la subida y nos acompaña todo el rato para que tengamos confianza y podamos llegar arriba en buenas condiciones. Nunca una subida se hizo tan corta, tan fácil y tan emocionante.
Las personas que andáis en bici ya sabéis que en cuanto nos vemos un poco bien de forma, nos cuesta quedarnos atrás e ir a un ritmo suave. Es una decisión que se hace para ayudar a otra persona, un gesto desinteresado de ayuda y solidaridad. Seguro que entendéis de lo que hablo.
No puedo seguir hablando de este maravilloso grupo de mujeres dejando de lado a la persona que realmente me "obligó" a pedalear y que es Luismi Granado. Luismi me regaló su Orbea Orca, y fue la primera persona que apareció cuando estaba tirada en aquella cuneta. También es quien me está ayudando a dar pedales de nuevo, con toda su paciencia y confianza.
Y, como todo necesita su opuesto para ser complementario, las Bellas tenemos un apoyo masculino, que es José Luis y que también, junto con María Mato, han sido grandes apoyos durante toda mi iniciación en el mundo Bellastur.
Este grupo, más allá de un encuentro con personas es un encuentro con una misma.
Para aprender a pedir ayuda cuando no puedes sola. Para aprender a valerte cuando las circunstancias aprietan. Para mirar dentro y enfrentarte con todos tus demonios.
A veces a solas con tu bici, a veces permitiendo que el grupo tire de ti.
Bellastures me ha ayudado a conocerme y saber quién soy.
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