Conociendo a nuestras ciclistas: Irma

"BELLASTURES: Juntas somos lo más"

Normalmente son los hijos quienes, imitando los comportamientos de sus padres, se inician en su mismo deporte. En mi caso ocurrió al revés: ellos eligieron practicar ciclismo, como su padre, y yo fui la imitadora. No recuerdo muy bien cuando fue la primera vez que cogí la bici de carretera, pero sí que tengo grabada la primera vez que subí La Madera, ¡para mi aquello fue un triunfo! Poco a poco fui aumentando los kilómetros y, en aquel momento, me parecía ciencia ficción subir algunos puertos de los que ahora tengo en mi haber!!!! Recuerdo mis primeros Lagos de Covadonga, con el apoyo incondicional de mi marido, dándome ánimos hasta el final (paciencia infinita la suya), La Cubilla, Tarna, Tourmalet y Luz Ardiden hace un par de veranos; pero sin duda, el más duro y difícil que he subido por el momento, Gamoniteiru: no creo que lo repita.




Solía salir siempre sola. En 2018, un tumor benigno en el pectoral menor me hizo parar. Retomé la bici tras conocer a un grupo de chicas, pero no llegó a cuajar, no era exactamente lo que a mí me gustaba. Entonces aparecieron Bellastures. Las conocía de oídas, y voy a ser muy sincera, tenía un concepto de ellas totalmente equivocado. Gracias a Ana y Natalia, empecé a salir con ellas y ahora pertenezco al club. El 2020 ha tenido pocas cosas buenas, pero Bellastures es sin duda una de ellas. El buen rollo y las risas en nuestras salidas son la tónica general. De hecho, creo que las arrugas de mis ojos no son por la edad, son por las risas de estos últimos meses danto pedales juntas. A mis casi 48 años, estoy disfrutando a tope de la bici y de mis Bellastures. Siempre hay alguien en la grupeta dispuesta a ayudarte cuando crees que ya no tienes fuerzas. 

Me considero una persona deportista, no concibo el día a día sin deporte, practiqué balonmano hasta los 21 años y continúo como veterana, jugando algún partido de vez en cuando. Pero ahora estoy “chocha” con el ciclismo y con este grupo de mujeres, todas distintas, pero que formamos sin duda un gran equipo. Con ellas sientes que puedes lograr lo que te propongas, eso sí, con constancia, esfuerzo y entrenamiento, que la bici es exigente. De vez en cuando pienso "¿qué hubiera sido de mi vida si hubiera conocido la bici antes?"; pero, como suelen decir, nunca es tarde. 

Empecé este post hablando de mis hijos y no quiero acabarlo sin hablar de mi otro hijo, mi bebé estrella. Soy bastante débil de mente, pero cuando voy subiendo las interminables rampas de un puerto y mi cabeza empieza a decir “no puedo más”, él viene a mi mente, se sube al sillín y me da las fuerzas necesarias para llegar a la cima, aunque sea exhausta y llorando de emoción. Con esto quiero decir que todo se supera, se aprende a vivir de nuevo, porque la vida también tiene días nublados y de tormenta, y que la bicicleta os puede dar esa fuerza que a veces nos falta.

Si estás leyendo este post, y sales poco en bici, ANÍMATE y sigue adelante, porque te va a dar muchas alegrías.





Comentarios

  1. Me he emocionado. Gracias por mencionarme. Me encanta formar parte de tu camino.

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    1. Gracias Ana, y a mí del tuyo, aunque te hayas ido tan lejos. Un besín

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  2. Eres grande amiga 🥰🥰👏👏😘😘

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