Crónica de mi primera carrera Élite, por Belén González




Escribo esta crónica  de mi primera carrera Élite del 14 de marzo de 2021, y no puedo dejar de recordar todos los momentos previos a esta fecha: 

Cuando recuperé la ilusión por la bici gracias a Bellastures, que me hicieron ver que juntas somos muchísimo más fuertes y que podemos llegar hasta donde soñemos, como en mi caso…¡¡hasta el pelotón!! Llevo dos años dándoles las gracias (y cortos se me quedan).



El día que me decidí a llamar a mi entrenador, apoyada por mi pareja, y decirle que me quería preparar para competir en Élite a mis 37 años.

Innumerables los días que resté tiempo a mis amig@s y familia para poder entrenar; siempre lo comprendieron, ¡¡os quiero infinito!!

Y momentos, tengo tantísimos; y todos ellos buenos, por supuesto, porque los que me hacían ver que esto podía ser complicado por falta de experiencia y juventud, ¡a  mí me hicieron entrenar con más ganas y desearlo aún con más fuerza!!

 






Y entre miedos e inseguridades mi cuerpo y mi mente se fueron haciendo más fuertes con el paso de los meses; nunca me había sentido tan viva y tan orgullosa de mí misma.  Yo tenía tantas ganas de ponerme a prueba...buff…¿qué pasaría? ¿estaría muy lejos de mi sueño?

- A ver Belén, sabes que lo puedes hacer; si no sale de esta, a seguir entrenando y ya saldrá!! Ya te dijo el entrenador que esto es una carrera de fondo, no te agobies y date tiempo...

Intenté quedarme con todos los consejos que la gente más experta me fue dando de cara a la carrera, ¡¡gracias infinitas!! Ya que, como bien decía mi entrenador, de “motor” iba bien, pero había muchos factores a tener en cuenta en los que era inexperta total. Intenté asimilarlos y visualizarme en situación, pero nada, hasta que no estuviera allí, no sería lo mismo.



La presión que sentía los dos días previos fue exagerada, supongo que la normal cuando intentas cumplir un sueño, por pequeño que parezca, pero es tu vida y a mí se me puso un nudo en el estómago. Me marqué como objetivo intentar acabar la carrera, aún sabiendo que era muy complicado, y creo que no fue buena idea, porque tenía demasiada ansia y miedo al fracaso.

Una vez, mi entrenador me dijo que no era bueno marcarse metas, que servían para frustrarse, y que nada acababa después de ellas. Ese consejo, junto a una conversación con una amiga que había competido más veces, me hizo relajarme enormemente y entender que no pasaba nada si no acababa, ¡¡que iba a disfrutar y aprender!!

Cambié el chip de golpe y me fui para Villava súper ilusionada y emocionada por descubrir lo que allí me esperaba!!

No te hagas pequeña Belén, no dejes ver que eres inexperta; tú con esto puedes, sabes hacerlo. Naciste para estar aquí, disfruta de esto; es tu sueño, respira profundo y tranquilízate.





Y... ¡salimossss! Buah...la adrenalina empezó a correr por mis venas de una manera increíble, me hacía reaccionar al instante ante cualquier caída a mi alrededor, y había muchas, ¡¡muchísimas!!Estaba lloviendo y aquello era una pista de patinaje, nada me paraba, yo seguía metiendo rueda y reivindicando sitio como si me perteneciera desde siempre, aguantando empujones, gritos, codazos, etc. Pero yo ni los veía, ni los sentía, ni los oía; qué cosa, como si nada fuera conmigo. De repente solo estábamos mis piernas, mi bici y yo intentando no perder de vista aquellas ruedas.

Cómo acabas de librar todas estas, madre mía…¡¡vaya chorra!! ¡Venga sigueeeeee!!! ¡Que hoy estás de suerte! ¡¡Daleeeeeeee!!!...

De repente ya todo se tranquilizó; cuando pude mirar el gps llevábamos 35 km de los 78 totales, y yo seguía ahí, ¡¡en el pelotón!!

Tirones de vez en cuando, buscando laterales para adelantar en algún repecho, interiores para protegerme del aire en los llanos. Sentía como si lo hubiera hecho toda la vida, y estaba cómoda, con una sensación de plenitud inmensa.

Por fin estaba en un pelotón, ¡¡y formaba parte de él!! No me lo podía creer; hasta levanté la mano cuando pasé por donde estaba mi familia para que vieran que seguía allí, ¡¡que lo había conseguido!! Fue increíble esa sensación.

- 50 km…¡¡Belén!! ¡¡Aquí hasta el final!! Aprieta, todavía te queda mucho dentro, ¡no te sueltes! Cuando tú te cansas, ellas también; tranquila, luego recuperas, ya tuviste esta sensación muchas veces y sabes que lo puedes aguantar de sobra.

El pelotón se deshacía por momentos pero enseguida se reagrupaba para hacer frente a aquellas rectas en las que la lluvia y el aire añadían dureza al asunto.

-65 km...madre mía, qué bien me veo...igual hasta me vengo arriba y me pongo a tirar. Pero, ¿para qué?, si luego no voy a aguantar hasta meta y tampoco tengo un equipo al que ayudar. Ná, quédate aquí detrás, no la vayas a liar; ¡y guarda para gastarlo todo luego! Que no te quede nada dentro ¡¿eh!?

A falta de 4 km, en plena bajada y lloviendo sin parar, la rueda empezó a sonar de una manera un tanto rara y a oler a quemado. Todo el pelotón se percató y yo no sabía qué estaba pasando.

-Bueno, pues se te acabó la carrera Belén, vete despacio y procura llegar a meta, que ya tienes el pueblo ahí y no la vayamos a liar…¡¡ya habrá más!!

Y crucé esa meta con un sabor agridulce por no haber podido echarlo todo al final, pero contentísima por haber acabado.

Disfruta este momento y deja de pensar en lo que podía haber sido, porque eso nunca lo sabrás.

¡¡Acabaste!! ¡¡Lo conseguiste!! ¡¡Eres ÉLITE!!! Respira…


BELÉN GONZÁLEZ PELÁEZ

MUJER CICLISTA ASTURIANA

BELLASTURES








Comentarios

  1. Felicidades Belén eres una campeona, a por ellas!!

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  2. ¡Hola! Aquí otra que quiere competir en élite... tengo 30 años y llevo un año montando en bici, pero me encanta! Esta historia me ha encantado, y la verdad, me gustaría si es posible contactar contigo de algún modo para pedirte consejo! Mi instagram es @anapujolmendoza y mi mail anapujolmendoza@gmail.com, por si pudieras ponerte en contacto conmigo ya que no encuentro el modo de escribiros de otro modo.
    Muchas gracias!

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