Puedes llorar pero sigue adelante.

Hay una razón por la que todas y cada una de nosotras nos levantamos de la cama cuando los demás aún están dormidos. Hay una razón por la que nos ponemos la lycra, cuando la verdad es que nuestros traseros se ven mucho mejor en jeans. Hay una razón por la que subimos cuando otros deciden irse a comer por ahí. Aunque a veces yo misma me pregunto el porqué  de esta locura.

La razón por la que somos diferentes del resto de personas,  para algunos es el reto, un objetivo a conseguir. Para otros, la libertad que nos da la bicicleta. O para los que, como yo, es todo lo anterior mezclado con amigos y café.

Me mudé a España hace un año cargando con mis dos bicicletas y con muy poco español. También me mudé a Asturias, que como bien sabéis es el paraíso natural de España, formado por playas, montañas, colinas y el más verde de los bosques. Esto también significa que si no bajas, ¡seguro que subes!

Durante este año, el ciclismo me ha traído muchos altibajos, pero me ha dado amigos, familia, español y un par de gemelos bien definidos.

El ciclismo puede ser descrito como la metáfora definitiva de la vida y en el reciente reto celebrado por el club, he visto de primera mano que no era la única en reconocer cómo se vive más plenamente en la bicicleta y fuera de ella.

Al coronar la subida final a la estatua de Pelayo me emocioné hasta las lágrimas al vernos todas unidas. Bellastures, todas y cada uno de vosotras sois una inspiración para los que os rodean. Recordadlo en vuestras subidas diarias y pensad en esto.

Aunque todas tengamos niveles diferentes, cada uno se enfrenta a sus propios retos y a sus dudas sobre lo que puede ser y de lo que es capaz.  Seguimos adelante. 

Solía pensar que se trataba de superar el reto, pero ahora me doy cuenta de que es el propio reto el que te forma para ser diferente. De modo que cuando te enfrentas a algo difícil, tu perspectiva sobre lo que es difícil  cambia.

Dicen que al otro lado de cada reto nos espera una victoria, una vista o incluso sólo un momento para apreciar lo lejos que hemos llegado aunque queramos llegar mucho más lejos. No creo que eso sea cierto; creo que es el propio reto el que nos moldea, de modo que cuando llegamos a ver la vista, de algún modo cambiamos y somos capaces de apreciarla mejor.

Una amiga mía (Jenni Green) que fundó una marca de ciclismo femenino en Inglaterra siempre me dijo "puedes llorar pero tienes que seguir adelante". 

No importa lo que estés pasando, no necesitas superarlo. Te está formando. Y cada vez que pienses que no puedes superarlo, da una pedalada otra vez. Ríete cuanto puedas; el sentido del humor es muy importante, pero cuando no puedas reírte, llora. Llora y sigue adelante.

~ Lisa Steingold